domingo, 18 de mayo de 2014

Emprendedurismo social en Costa Rica y su relación con empresas de Tecnologías de la Información y Comunicación

Como parte de los requisitos que se me solicitaron para mi reciente graduación como MBA de la ULACIT, estuvo el desarrollo de un proyecto de Investigación Empresarial Aplicada, me parece muy provechoso escribir aquí un extracto de dicha investigación cuyo título es compartido por esta entrada del blog, además de que me parece que es un tema interesante e introduce un poco de aportes a raíz de mi formación como tecnólogo:

El término emprendedurismo social, se asocia con la acción de los emprendedores, identificándose estos por poseer iniciativas muchas veces creativas o innovadoras que terminan en la creación de nuevas empresas o de un proyecto concreto. Este último punto es muy importante, ya que un emprendedor, para ser considerado como tal, debe ser proactivo y poner en marcha las buenas ideas e intenciones que posee. Asimismo, en cuanto al concepto de emprendedor social, es posible partir de la definición anterior y determinar que un emprendedor social es alguien que posee iniciativas, muchas veces creativas e innovadoras, las cuales culminan en el desarrollo de una nueva empresa o un proyecto concreto, siempre orientado a lo social. Por esto último, se entiende que su fin es ayudar a la sociedad o al medio ambiente y a la vez velar no solo por los intereses propios, sino también por los comunes. Una definición muy interesante es la dada por Álvaro Ramírez (2008, p. 1), del Departamento de Creación de Empleos y Desarrollo de la Empresa Organización Internacional del Trabajo (OIT), en una entrevista ofrecida de cara al concurso “Emprendedor Social del Año – América Central 2008”.

En dicha entrevista, Ramírez manifiesta que no existe una definición única y universal, sin embargo, afirma que todo emprendimiento social debe reunir al menos tres elementos clave: “un objetivo social, una innovación transformadora y un modelo de negocios sostenible“. Dicha definición es muy certera, sencilla e interesante, pues engloba los conceptos del emprendedurismo en cuanto a innovación y, por supuesto, al hecho de ser sostenible- ningún emprendimiento se puede considerar exitoso si no logra ser sostenible-. Dicha definición incluye, además, el “objetivo social” propio de este tipo de emprendimientos.

En la presente investigación, se trató de partir de este concepto y enfocarlo espacialmente hacia Costa Rica. Si bien se podría decir que el emprendedurismo social es un concepto relativamente joven, ya ha tenido cierto impacto mundial y abundan los casos de su utilización. Quizá el más conocido de entre varios casos anónimos es el del “Banco de los pobres”, formalmente Grameen Bank de Bangladesh, el cual puso en marcha el concepto de “Microcréditos” creados específicamente para ayudar a los más pobres a emprender sus proyectos Esta iniciativa, impulsada por Muhammad Yunus, lo hizo acreedor del Premio Nobel de la Paz en el año 2006. El propósito de enfocar el estudio en el país es determinar la existencia de este tipo de iniciativas locales, más específicamente en la industria de las tecnologías de la información y la
comunicación.

Según autores como Merino, A; Ballesteros, C; Bilbao, P; Carrero, I; Contreras, D; Díaz, E; Labajo, V; Linares, P y Varlos, C (s.f.) la tecnología es un punto esencial para la puesta en marcha de los emprendimientos sociales. En su “Guía del Emprendedor Social”, el uso de la tecnología ofrece ventajas tales como transparencia, escalabilidad de la solución, distribución, rapidez, conexión directa, mayor internacionalización, conectividad, eliminación de barreras y prejuicios y accesibilidad. Además, da paso a la optimización de recursos, maximización del impacto social, ajuste de la inversión necesaria y localización de las barreras de la comunicación a través de herramientas como la Internet, los teléfonos móviles inteligentes y los protocolos de comunicación.

Después de la presente investigación se llegaron a las siguientes conclusiones:

1. En términos generales y según la posición de emprendedores, académicos y afines del área de las tecnologías de la información y comunicación, así como también aquellos individuos relacionados con emprendimientos en el país, los casos de emprendedurismo social en Costa Rica son escasos. Lo anterior se debe a varios motivos, entre los que destacan una cultura muy poco orientada al emprendedurismo, en términos generales, por aspectos como la gran cantidad de oportunidades de empleo, especialmente en el área de las tecnologías de la información y comunicación, una cultura muy orientada al individualismo, la falta de información y formación en las universidades y centros de estudios y al escaso apoyo por parte del gobierno y las entidades financieras.

2. Realmente, las tecnologías de la información pueden ser un gran aporte para emprendimientos, tanto comerciales como sociales. Por muchos años, ha existido la percepción, que en ocasiones se torna real, de que los recursos relacionados con las TIC resultan costosos. Sin embargo, con eventos tan importantes como la apertura en las telecomunicaciones y el consiguiente “boom” en la venta de dispositivos móviles y APPS, así como el surgimiento de tecnologías en la nube, el desarrollo de nuevos emprendimientos en este ámbito ha resultado más aprovechable o al menos lo ha sido el aporte de este tipo de tecnologías para el desarrollo de emprendimientos sociales.

3. Algunos casos de emprendimientos sociales en nuestro país son el INBio Parque, la clínica de especialidades médicas Asembis, la Asociación Costarricense para Organizaciones de Desarrollo Empresarial (Acorde), FUNDECOPERACION, FUPROVI, ADAPTE, AMPO, Costureras del Obelisco, Dogood, Reciclarte y Fundación Acción Joven, entre otros muchos casos un poco más anónimos por la misma naturaleza de enfocarse en ayudar antes de darse a conocer. Casos como la universidad CENFOTEC o ASIS (Asociación para la Innovación Social) pueden considerarse como emprendimientos sociales en el área de las tecnologías de la información y comunicación, ámbito en que dichos casos son más escasos.

4. En general, la visión de los futuros emprendedores en el área social es un poco más alentadora que su actual desarrollo en el país. Si bien se identifican los mismos problemas que se dan en la actualidad, tales como la falta de apoyo y de información en los procesos formativos, sí consideran que los proyectos con fin social pueden ser rentables, a la vez que estarían dispuestos a pagar de más por este tipo de emprendimientos.